domingo, 4 de mayo de 2014

REPASANDO Y REPENSANDO

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Hace muchos años, cuando empecé a escribir en Blogia, expliqué que para guardar la intimidad y la seguridad de ciertas personas confundiría nombres y fechas, y hasta quizá los mismos personajes. Y debo confesar que lo he seguido al pie de la letra, incluso en relatos de hechos recientes; no en todo por supuesto, pero si en lo más esencial. Para ello he utilizado parte de la imaginación y lo que algunos viajeros y amigos me han ido contando sobre tierras lejanas. No así en mi libro, en él cuento la historia tal cual es, quizá más increíble de lo que aquí se cuenta. A nadie escapa la autenticidad de la típica frase: la realidad siempre supera la ficción.
Los que contamos historias a veces nos sentimos impelidos a evitar lo excesivo, por temer, con sobrada razón, que se nos acuse de fantásticos. En mi caso he intentado que no sea así, las historias contadas han sido vividas; tal vez no en el lugar ni con esas personas, pero en su fondo casi al milímetro.
Ahora me veo en la necesidad de repetir estas líneas, que muchos deben recordar, puesto que tengo nuevos lectores que quizá no me conozcan con la suficiente intensidad. Con todo, debo reconocer que el único personaje al que mantengo su nombre y su historia real es Anna, por la que, como saben mis hijos y mi compañera, siento un profundo respeto e incluso dependencia sentimental. Con el resto, desde mi amada Mónica, la misma Amara o Jep, también amado por mí, mantengo este curioso y hasta divertido secretismo.

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Me pregunta cómo debe vestirse. Está excitada y eso me divierte, sabe perfectamente dónde vamos y cómo va a terminar. Conoce muchos de los que estarán, alguno de ellos íntimamente. Le muestro algunas prendas, sé que le gustan, siempre anchas y suaves, de algodón blanco y a poder ser con botones. Unos tejanos ajustados, casi siempre los mismos. Dependiendo de la gente y el tipo de reunión, se pone una americana o simplemente una chaquetilla de suave y fina lana. Me fascina cómo se le marcan sus pezones y se insinúan sus senos, el increíble erotismo de su cuerpo.
-No puedes imaginar lo que es follarse a una tía entre varios. Nunca hubiera imaginado que fuera tan excitante y morboso, que llenara de tanta satisfacción.
Eso me dijo Richard hace tiempo, refiriéndose a ella sin duda. Y pensé en nuestra luna de miel. Entonces no fuimos cuatro sino tres, pero para el caso da lo mismo, aunque ella todavía no tuviera la suficiente experiencia y se dejara llevar por la ansiedad del momento, poca en realidad, porque pronto se adaptó y controló su desorden emocional.
Richard llevaba razón, nunca llegué a tanto, pero por voluntad propia.
-Ya, pero ni te imaginas lo que es hacerlo con varias mujeres a la vez –respondí riéndome al ver su expresión.
Sin embargo, nadie puede imaginar lo que es hacerlo dos hombres con una mujer o al contrario. En el mundo del sexo bien avenido, pocas cosas se pueden comparar con este disfrute, abandonarse para ser devorado por dos amigas o devorar con un amigo a una de ellas. Solo una queda, la más maravillosa para mí, hacer el sexo a Amara con la ayuda de otra mujer.

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Ayer, mientras procesaba el archivo de los niños, pensé en los compañeros que se negaron a participar; en que si hubiesen leído las historias que he ido descubriendo, para distribuirlas y analizarlas, muchos de ellos seguramente habrían cambiado su postura.
Y ayer, mientras leía el correo de un magnífico compañero, que me cree inocente en exceso frente ciertos personajes y organizaciones, pensé en lo que diría de haber conocido a Popol en los setenta. Pero en fin, el tiempo me ha enseñado a mantener la calma y el silencio, lo uno en el peor de los escenarios y lo otro por siempre.
Y ayer, mientras pensaba en todo lo anterior, principalmente en esos niños y sus padres, me admiré que, pese haber vivido lo vivido, aún pueda emocionarme.

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Los que luchamos por un mundo más justo tuvimos sueños gigantescos, que, por desgracia para muchos, algunos todavía recordamos y mantenemos.

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2 comentarios:

  1. Llevo andado, por tu blog, muchos años y aún me sigo sorprendiendo.

    Tampoco he olvidado que mi primer blog, guardado con cariño fue, un regalo tuyo.

    Besos y no olvides los sueños.

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  2. Yo también lo recuerdo. Hace años ya, muchos.
    Un tiempo inolvidable, veo que para los dos.
    No sabes las ganas que tengo de verte otra vez. Ni lo imaginas

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