martes, 30 de marzo de 2010

DE BICIS Y JUVENTUD

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Y mientras escribo estas líneas, pienso en todo lo que ahorramos a esta juventud y la pobre democracia que le dejamos en herencia.



Para a mi lado, mira la bici, me mira, sonríe...
-¡Qué guapa!-
De ojos vivarachos, simpática, muy joven y morena; lleva una mochila en la espalda y su bici si que es guapa.
Es de suponer que su observación obedece más a su simpatía que a la ironía. No es el primero que me dice lo guapa que es mi bici.
-Es una cucada- le digo con cachondeo -la bici de un ex hippie venido a menos-
Y se ríe con ganas.
Mi bici es amarilla con realces de un verde claro aceituna. Cuando la compré Amara me dijo... –Solo falta que le pintes unas flores para que sea la bici de un ex hippie colgado de una parra- Y es que mi compañera siempre ha sido muy precisa en sus observaciones. Sobre la rueda trasera le instalé un cajón de frutas negro y dentro llevo mi mochila de lona verde kaki atada con pulpos.
Mi bici es todo un cromo, la compré en Decathlón un día aciago. No se lo recomiendo a nadie, nunca había visto tanta basura cara simulando ser barata y con un servicio de postventa tan penoso como inútil.
Estamos al principio de la Gran Vía, en la nueva ciudad judicial, esperando el semáforo en verde. La chica sale disparada cruzando el primer cinturón. Mira para atrás y sonríe. Me desafía...
El viento de cara... y lo que hasta ahora me había parecido llano se convierte en subida. La niña vuela y yo tras ella por el carril bici. No hay un alma, es una semana tonta y son las siete y media de la mañana. El último repechón hasta el semáforo de la plaza de España es mortal. Para mí que era una cuestecitlla de nada, pero ahora tengo claro que no.
Mantengo la calma, respiro profundamente... La imagen ante todo, me digo.
-Lo dejaremos aquí. A mi edad ya es suficiente-
Parece mentira, con el aire que pega y lo fresco que es, y sudo como un pollo. Seguro que mi cara está colorada como un tomate.
La chavala, fresca como una lechuga, sonríe...
-No ha estado mal. ¿Qué edad tienes?-
-Cincuenta y ocho-
Abre los ojos, se ríe... La niña es simpática y su risa contagia.
-¡Anda ya! No lo parece-
-Pues ya ves... los llevo por dentro y otra carrera como esa me costaría diez más, y he de llegar a Pueblo Nuevo más o menos entero para poder trabajar-
Debe ser mi cara, debe ser mi manera de hablar, pero lo cierto es que la tía no para de reír. Me recuerda a los amigos de Al, como nos divertimos y departimos; pero esta chica es algo más joven, quizá tenga veintidós o veintitrés.
Y me suelta el mejor piropo que nadie me haya dicho nunca, el que a un tipo de mi edad le toca todos los sentidos.
-Con veinte menos debías ser un fenómeno-
Y se despide.

Menos mal que el Paralel es de bajada, que si no llamo al transportista de la empresa, para que venga a buscar la bici de marras y lo que queda de mi. Ya veremos como planteo el paseo marítimo y las calles de Pueblo Nuevo.

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jueves, 25 de marzo de 2010

EL ÚLTIMO DÉSPOTA

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Tema extraído de "Documentales gratis".


Documental producido por la cadena británica BBC y poco difundido en otros países, sobre la intensa labor del Vaticano y el Papa Benedicto XVI para encubrir el abuso sexual a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica.
Se habla del documento en latín Crimen sollicitationis del Vaticano, fechado en 1962 y que durante 20 años fue responsabilidad directa del hoy Papa Benedicto XVI, entonces cardenal Ratzinger. En el documento se ordena mediante el secreto de confesión callar a los niños, a los sacerdotes implicados y a los testigos bajo pena de excomunión.

En el 2001 Ratzinger envía una corrección del documento original, que hoy en día sigue en vigor. Todo en él sigue igual menos una cosa: El Vaticano se arroga la competencia exclusiva de estos casos expresamente. Lo transmite como orden a todos los obispos del mundo, los mismos que luego le elegirían Papa.
Los obispos colaboraron y colaboran en el amparo del delito de la pedofilia ocultando los casos, trasladando de iglesia a los pedófilos, e incluso pagando en algunos casos a víctimas para callarlos. Un sacerdote durante diez años encargado de callar a los niños en EEUU, afirma que disponía para ello de 5,5 millones de euros al año. La información sobre estos asuntos se enviaba y aún envía al Vaticano mediante los nuncios, los embajadores del Vaticano en cada país, para aprovecharse de la impunidad de las valijas diplomáticas. Al menos siete sacerdotes buscados por la justicia norteamericana, están escondidos en el Vaticano o con su ayuda. Algunos de ellos fueron trasladados a diócesis sudamericanas y de otros países del tercer mundo, permitiendo que siguieran cometiendo delitos sexuales.

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jueves, 18 de marzo de 2010

FELICIDAD

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Directors: Ron Winter. Producer: Alicia Van Couvering
DP: Jody Lee Lipes. Animation: Ron Winter, Ian Wilmoth
Rarechords 2009




La intervención ha sido un éxito. El haz de nervios ha sido liberado y los sensores que los médicos habían introducido en el cuerpo de mi compañera, han detectado la mejoría de inmediato. En contra de lo que se temía, ningún sistema había sido dañado por el tumor y este ha podido ser completamente extirpado.
Nadie esperaba semejante recuperación, ni siquiera los médicos que la han operado.
Me dice Al que hoy la ha visitado todo el cuadro médico, desde los internistas hasta sus tres cirujanos.
A las treinta y seis horas ya paseaba por los pasillos y a las cuarenta y ocho Amara volvía a ser la de siempre, bromeando con sus vecinos y alternando con médicos y enfermeras, como colega y no como paciente.
Ha cenado en la habitación en compañía de Mónica y mía, luego hemos paseado y, sin darme cuenta, me he situado entre las dos. Y me doy cuenta que sienten lo mismo que yo: placer y emoción, y las miro y sé que también se les eriza el vello. Cuando estamos juntos nos sentimos más completos.

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Escribo mi historia con dificultad, pero no por relatarla, que la tengo impresa en mi memoria y sale de mi mano sin apenas esfuerzo, sino por la falta de tiempo y que, a medida que avanzo, hasta a mí me cuesta creerla.
Hay párrafos que me cuestan horas y otras veces me sale una página entera en pocas. De vez en cuando paro y recuerdo... olvidé aquella anécdota tan importante y debo introducirla en el texto ya redactado.
No es bueno ir tan rápido, y, sin embargo, con veinte páginas y habiendo empezado la historia con dieciséis años, todavía no he pasado de los diecinueve.

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domingo, 7 de marzo de 2010

PRÓLOGO

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Habana Vieja


Hace poco, al salir del Metro di de bruces con un viejo amigo, filósofo y escritor.
- ¿Qué tal con tus viajes por Madrid?- Me pregunta.
Y es que la última vez que nos vimos llegaba de allí y ya estaba pensando en volver.
Mi amigo, enamorado de Amara, cómo no, fue uno de los que asistió a la gran fiesta, algo que me sorprendió agradablemente, y le regaló un largo poema, de los más bellos que haya leído nunca.
Tenía tiempo, llovía. Entramos en un bar para tomar un café y charlar un rato.
Hablamos de Madrid, de “la movida”.
La movida... Qué idea tan insustancial, pienso.
La movida madrileña fue un invento mediático, más que nada para contrarrestar el enorme auge cultural barcelonés de finales de los setenta a mediados de los ochenta.
- ¡Qué diferentes somos!- Le digo. -Voy a Madrid, entro en un bar a tomar un café, encuentro al camarero hablando con un cliente y, al servirme, me da razón de su plática. ¿Dónde has visto algo así en Barcelona? En ningún lugar. Nunca-
- Eso no es cultura- Me dice.
- No, claro, pero es la llave para ser la mejor de todas-
Nadie entiende mi razonamiento. Es complejo.
Aquí la gente “de cultura” se encierra en su urna. Solo sabe mirarse el ombligo y circunscribirse en su entorno cultural. Tiene los días contados.
Allí solo tienen un problema: la crispación. Se han creado dos bandos: el facha y el progre, y no se soportan.
En Madrid todo es extremo. Los fachas son muy fachas y los progres muy progres. Lo más curioso es que los primeros no se consideran fachas. Es como Pinochet, que no se creía dictador y asesino.
El día que lo superen se comerán el mundo.


A mi vuelta con el Metro pienso en mi viejo amigo, cómo éramos y nos hicimos. Caso tiene bastantes años más que yo, como quince. Un tipo interesante, de aquellos que tanto gustan a Amara y a los que tanto atraía. Mi amigo nada tuvo que ver con mi mundo. Lo conocí en unos momentos duros, me había arruinado y trabajaba en todo lo que podía darme dinero. A partir de entonces como matón y cobrador de imposibles. El que me contrataba tenía mucho cuidado. Sabía que podía confiar en mi, pero solo con trabajos de una característica especial: estafadores, gente que por ser dura se creía con poder de no pagar, gracias a cualquier subterfugio; chulos que habían visto muchas películas, que trepaban a costa de la candidez y el hambre de otros. Sabía que debían mucho a muchos, que estaban forrados y con el dinero a buen recaudo. Los hijos, la mujer, la amante... La comisión era grande, tanto como la dificultad y el riesgo, pero necesaria. Debía pagar mis deudas y empezar de nuevo.
Lisboa, Madrid, Valencia, Barcelona... hasta en un yate con guardaespaldas, que ya habían apalizado a un acreedor conocido. Y hoy, al recordar, me río de mi mismo.
Para algo debía servirme saber cómo informarme, llegar y que punto tocar. Tenía que ser mi último trabajo y era más favor que necesidad. Aquel tipo puso una dificultad añadida, no obstante haber sido avisado. Si no cedía mis honorarios serían mayores y los pagaría el. Y así fue. Parte de mi segundo velero salió de allí.
Al cabo de un tiempo lo encontré. Se había introducido en mi mundo con la adquisición de una gran tienda al mayor. Tropezamos en una feria, nos saludamos y me dio su tarjeta...
- Me interesa tu producto. Podrías enseñárselo a mi encargado de compras-
Mandé a mi socio. El tipo tenía mala fama, tanta que S tuvo reparos en visitarlo. No te preocupes, le dije, te pagará al contado.
Duró poco. La enfermedad, producto de la vida que llevaba, se lo comió.
Después de mi recuperación, mi primer cliente fue uno de los agradecidos por haber cobrado de un imposible y mafioso. Y me compró y ayudó con diseños, modelos y facilidades para encontrar proveedores. Hoy aún es cliente y buen amigo.



La vida da muchas vueltas. Mi amigo, escritor y antiguo columnista de literatura; jugador, borracho y poeta, fue el que me introdujo en aquel mundo. No sabía nada de mí, para él solo era el amigo de su compañera. Le caí bien, me dijo que daba la talla, que probara. No podía imaginarse hasta dónde estaba dispuesto a llegar, con tal de recuperarme y sacar mi familia adelante; tampoco lo preparado que estaba.
Mucho antes de organizar la fiesta, le comenté a mi amiga mi interés en dar una buena sorpresa a Amara.
- Cuenta con nosotros- Me dijo.
No podía creerlo. Pensaba que la lejanía y falta de contacto habrían enfriado la relación.
Luego pensé que al montarla tan lejos, con hotel, avión, coches de alquiler y tres días de fiesta continua, los echarían para atrás. No fue así y participaron en la fiesta más grande y bella que pueda imaginarse.

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Y justo antes de escribir pensaba cómo somos y nos hicimos.
No recuerdo, de tantos años, como la cultura hippie me afectó hasta tal punto, de hacérmela mía y transformarla a mi gusto.

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lunes, 1 de marzo de 2010

PURO JAZZ

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Esta vez sí, puro jazz en el taller de musics.




Me dice S, después de preguntarme por lo que escribo con tanto interés, que debería hacerme un esquema para no perder el hilo de lo escrito.
- De seguir así te veo releyendo constantemente para no perderte-
No le expliqué que escribía mi biografía sino una novela inspirada en mis experiencias, solo eso.
La tengo en la memoria y la escribo de carrerilla. No sé si podré mantener este ritmo, tampoco lo que tardaré en terminarla, ni si voy a necesitar el esquema. Lo que sí he hecho es una lista de nombres, para no perderme entre los reales y los ficticios.
Me preguntó que cuántas páginas esperaba que tuviera. Respondí que trescientas...
Hoy pienso que es imposible saberlo. Quizá sean mil y necesite tres libros.
La Desordenada y Calma dicen que les gustaría leer este libro. Lo leerán, sea editado públicamente o privadamente; pero lo seguro es que de ser público, por mucho seudónimo con que firme, esta vez deberé disiparme.
Aún no he pasado de los dieciocho y a medida que avanzo se vuelve más profundo y comprometido. Ahora mismo dolería a muchos, mientras que otros no aceptarían como cierto lo escrito, por lo menos mi visión de lo sucedido.

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